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El costo exorbitante de 200 liras turcas por persona para acceder a la playa nos dejó perplejos. A pesar de nuestra insistencia de que no estábamos interesados en alquilar una tumbona, el precio permaneció inalterable. En última instancia, optamos por buscar otra playa donde solo nos cobraron una tarifa razonable de 50TL.
La playa es verdaderamente encantadora con su cálida arena y sus aguas cristalinas. Los habitantes locales son increíblemente acogedores y hospitalarios, haciendo que su estancia sea aún más agradable. Hay una pequeña tarifa de 80 liras turcas por la entrada, que vale la pena por la atmósfera serena y las vistas impresionantes. Puede deleitarse con la deliciosa comida y escuchar las melodías relajantes de la música en vivo de fondo, creando una experiencia verdaderamente memorable.
Pagar una suma considerable no garantiza una experiencia agradable en esta playa. Las instalaciones sanitarias se encuentran en malas condiciones, con herramientas rotas y un entorno sucio. Para empeorar las cosas, el costo del agua es de 10 liras turcas, mientras que las tarifas de estacionamiento y entrada ascienden a 30 y 80, respectivamente. No hace falta decir que mi visita a esta playa no me impresionó. Teniendo en cuenta la cantidad de dinero invertido, uno esperaría un mejor servicio y comodidades. Sin embargo, debo admitir que el agua en esta playa es cristalina y refrescantemente fría. La vista pintoresca del entorno es simplemente impresionante.
Por una modesta tarifa de 40 TL (aproximadamente €4.50), obtienes acceso a una sombrilla y una tumbona de cortesía. Sin embargo, las tumbonas están hechas de plástico poco atractivo y no están acolchadas ni bien mantenidas. Traer tu propia comida o bebida está prohibido, lo que es su principal fuente de ganancias. Refrescos como una cerveza pequeña (33cl) o una hamburguesa están disponibles, pero te costarán 40 TL y 45 TL adicionales, respectivamente. Si bien el lugar tiene su encanto, el agua puede ser bastante agitada. La música era excesivamente fuerte en el pasado, pero desde entonces se ha vuelto más soportable. En resumen, es un lugar decente para visitar, especialmente porque parece ser el único club de playa en el área de Akyaka del que tengo conocimiento.
La playa era bastante común, carecía de características únicas que la hicieran destacar del resto. El servicio fue satisfactorio en el mejor de los casos, nada digno de mención. No tengo la intención de volver a visitar esta playa en el futuro.